Los rayos de sol penetran por la ventana, es hora de despertar, o no? Espera un segundo, son las 5 de la mañana, va a ser que no. Zzzzzz

Las 6! Ahora sí que no puedo dejarlo pasar…mmm tortilla con cebolla para desayunar (todo un lujo!) y pan bimbo con mantequilla de cacahuetes!

Salimos con la moto en dirección al orfanato. Caótico como siempre, creo que definitivamente voy a comprarme una máscara, de hecho estoy algo congestionada y con la garganta tocada debido al nivel de polución y contaminación.

Como siempre cuando llego al orfanato quieren que coma algo mientras los niños desayunan, los más mayores lo hacen en una mesa alargada (estilo a la de los merenderos) y los pequeños en el suelo de la cocina, todos comen con las manos, con la derecha por cierto ya que la izquierda no la utilizan más que para ir al baño y limpiarse.
Además hacen sus necesidades de pie (yo también!! pero me limpio con toallitas que me traje; si se me acaban compraré papel o algo – no preocupaos)
Al rato hemos salido dirección a la escuela, todos en fila india para que vayan bien ordenaditos, ya que al no haber aceras es peligroso que anden desperdigados.

Me han asignado la clase de los más pequeños, edades comprendidas entre 3 y 6 años, 28 renacuajos, con sus moquitos colgando, sus riñas, conociendo lo básico de ingles; por ello resulta complicado entenderme con ellos, pero lo consigo.
Vamos todos descalzos, curioso, hasta en el colegio es obligatorio, yo también ando descalza; eso sí para ir al baño se ponen los zapatos ya que no tienen inodoro y hacen sus cositas de pie y el suelo está encharcado, cuando pasas por al lado huele que da gusto.
Han comenzado la clase con canciones en inglés, y me he unido a ellos, incluso cuando han seguido con el Nepalí ahí andaba yo tratando de poder decir alguna palabra correctamente.
Mientras la profesora y su ayudante corregían y hacían ejercicios con niños de forma individual (sólo hay una mesa redonda mediana, entonces van de tres en tres a realizar ejercicios) yo jugaba con el resto, les he cantado «CORRO MANOLO» y los he conquistado, he cambiado la letra a inglés y todos contentos, lo que más les gustaba era cuando nos tirábamos al suelo…obvio, son nenes!
Comen en la misma clase en la que trabajamos y jugamos, se pretende que vayan todos con uniforme pero no es fácil, ya que los que son de «mi» orfanato no tienen recursos para ello (al menos los más pequeños) así que los vestimos con ropa informal, los zapatos los llevan casi todos grandes para que les puedan durar más tiempo; y los piojos..ay! los piojos..se los pegan entre ellos (en el orfanato hay una niña que tiene hasta liendres, tiene heridas por toda la cabeza hemos ido a comprarle cosas a ver si se le cura). Tomo precauciones para que no se me peguen!!
Por cierto, usan una vara a la vieja usanza para enderezarlos, pero vamos nada terrible para asustarlos más que nada.

Cuando los peques terminan los llevamos al orfanato de vuelta, allí hacemos los deberes con ellos, jugamos, etc.
Ayer a las 16.00 ya estaba saturada, así que Vicky (la voluntaria inglesa) y yo nos fuimos caminando hasta el centro, ya que ella tenía que hacer unos recados.
Por el camino he visto como las plantas de marihuana crecen junto al río, claro que para los fumadores eso es infumable, podría ser que te convertieses en alienígena considerando toda la mierda con la que crece alrededor.
Vicky me iba guiando, ya que era la primera vez que realizaba el camino a pie; después de una hora y media llegamos a Thamel (la zona turística por excelencia de Kathmandú), ahí nos despedimos para seguir cada una su camino.
Las calles no tienen nombre por tanto para ubicarse has de memorizar referencias, cosas que te resulten familiares, considerando que mi memoria es como la de Dori en Buscando a Nemo, voy tremendamente de cabeza en este país =).
Y sí es lo que estáis pensando, me perdí!!!!!!!
No conseguía ubicarme, son millones de calles, prácticamente iguales, llegó un momento que comenzó a llover copiosamente, había un borracho diciéndome cosas en Nepalí, yo con la cara de PERDIDA inconfundible, la gente observándome.
Algo angustiada ya empezaba alguna lágrima a resbalar por mi mejilla (si es que soy demasiado sensible), no tenía miedo sino impotencia y rabia por no saber donde me encontraba, llevaba más de media hora intentando buscar mis lugares de referencia y no había forma. Al final decidí llamar a Pat le indiqué donde estaba, y qué tonta! Estaba al lado del Hotel donde me quedé la primera noche (el que yo andaba buscando), sólo que está escondido y no conseguí diferenciar la calle por mí misma.
A partir de ahí me adentré en la zona de Naia Bazar que es donde vivo algo (puramente Nepalí nada de turistas por aquí) y llegué a salvo y empapada a mi hogar.
He de reconocer que lo pasé mal por un rato.

Me siento en plena paz conmigo misma, además quiero hacer yoga y meditación estoy buscando lugares, los hay por doquier; Lee (la amiga americana) se ha retirado a la montaña para meditar durante 10 días en una especie de curso, es muy común entre la gente de aquí y personas que vienen expresamente a realizar esta actividad.

Este fin de semana ya tengo un viaje programado, marchamos Vicky y yo a Bakthapur y Nogarak, es donde se ven las puestas/salidas de Sol más bonitas con el Himalaya de fondo. Prometo contaroslo con detalle y adjuntar alguna preciosa foto. Deseo salir de la ruidosa Kathmandú y disfrutar de la naturaleza del valle.

CURIOSIDADES:
* Las personas Nepalís son LENTAS, muy lentos para todo, tienen una actitud como los caribeños, con pausa y parsimonia.
* Las calles no tienen nombres, una absoluta locura.
* Está mañana me he despertado con molestias en la parte exterior del muslo casi llegando a la cadera, he mirado y tenía un moratón a cada lado, resulta que es de lo dura que es la cama, parece broma, pero no lo es.

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