Tanto para los que llevamos años colocándonos en la esterilla como si es tu primer día.

Todos los que hemos entrado en una clase de yoga hemos experimentado algo extraordinario y algo frustrante. No sabes qué esperar exactamente, o qué se espera de ti.

La magía ocurre cuando sin saber que estás haciendo te das cuenta de que conectas. Sin entender exactamente con qué, quién o qué es eso de conectar, resulta que te sientes bien, que todo está bien de pronto. Lo cual también genera desconfianza porque tal vez es un lugar interno en el que no te has encontrado antes, o no has estado desde hace mucho tiempo, es una sensación casi alienígena.

La realidad es que es una sensación que nos pertenece y que se ha ido destiñendo con el paso del tiempo.

Puede ocurrir que quieras quedarte, volver una y otra vez hasta que sin darte cuenta forma parte intrísneca de tu vida. También puede ocurrir todo lo contrario, que quieras salir corriendo. Que te asustes al ver todas las capas que hay detrás de la superficie y que a priori ni siquiera te sientas identificado con ellas. En ese caso te diría como compañera, amiga y profesora, Vuelve. Vuelve a otra clase, si lo necesitas con un estilo distinto, con un profesor que te haga sentir cómodo, pero retorna.

Porque no me creo que no quieras conectar contigo. Sí que entiendo que de miedo, o abunden emociones negativas incómodas y hasta feas. Pero te prometo, que eso pasará, para dar lugar a toda la belleza que se alberga en tu interior.

Por supuesto, volverán las sensaciones desagradables como en la vida, todo va y viene y las emociones van cambiando.

Lo único que no cambia es que puedes volver a tu centro. Y cuando tu centro es un lugar cálido y que te da la bienvenida con los brazos abiertos es más fácil volver que cuando es un lugar oscuro, sucio y que apesta. Así que trabajemos por limpiar el lugar, acomodarlo, para que puedas volver con total calma y puedas quedarte en éste todo el tiempo que necesites.

¿Dónde puedo empezar?

  • En cualquier estudio que tengas cerca de casa. Llama, escoge la hora que mejor te venga y adelante, no lo pienses más.
  • Busca un taller para principiantes. Encontrarte en una habitación con personas que están sintiendo lo mismo que tú te va a ayudar automáticamente a sentirme más tranquilo y mejor.
  • Atrévete con un retiro. Una oportunidad exquisita para tener unos días en el que conocer más detenidamente qué es el yoga, lo que implica, y además conocerte a ti mismo. A mis alumnos, siempre les animo a que acudan a estos, porque son para todos los niveles ya que hay mucho tiempo que puedo dedicar a cada uno de ellos y así satisfacer las necesidades individuales.

Mi agenda de talleres y retiros. 

 

 

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