Este 2016 ha sido muy valioso para mí. Reconocer quién soy, aceptar todo lo que implico ha permitido perdonarme a mí misma, y consecuentemente a aquellos que me han dañado intencionada o involuntariamente a lo largo de mi vida.

Un año atrás di la vuelta a mi mundo.

Mi corazón salvaje gritaba desesperadamente viajar, navegar y vagamundear.

Y tanto gritó que toda mi vida cambió.

Me casé en Febrero del 2015, poco después vivíamos en una de las ciudades más opulentas, tenía el bolsillo lleno y mi esencia cada vez más perdida.

Mi matrimonio no era todo de color de rosas pero éramos felices, considerando que era la primera vez que me comprometía incondicionalmente hacia una pareja.

En Noviembre de ese mismo año marché a India tras llevar tan sólo seis meses viviendo en Abu Dhabi con mi marido.

Desde que comencé a practicar Ashtanga estilo Mysore sabía que quería viajar a Mysore en India para experimentar y conocer de primera mano la concentración de comunidad Ashtangi más grande que existe a día de hoy. Lo que no sabía aunque de alguna manera intuía, es que ese viaje marcaría un antes y un después drástico en mi vida.

Una vez aterricé en Mysore me sumergí en una burbuja. Añadiendo mi falta de paciencia y la cada vez más desafiante situación en la que mi matrimonio se encontraba culminó en un deterioro profundo de la relación, dejando espacio para otras personas y experiencias en mi corazón. En Enero 2016 el proceso de divorcio ya había comenzado.

Esas experiéncias no fueron tanto sobre viajar y relación con el mundo exterior, sino viajar hacia adentro hacia mi universo interior. Y ese es el regalo más grande que he recibido este pasado año, con todo lo que implica: aprender a casi mis 30 años qué significa ser mujer.

nitabcninstagram-50

Fortaleza

Salvaje

Protección

Pasión

Amor incondicional

Ternura

Vulnerabilidad

Coraje

Valentía

Independencia

… Y una Lista Infinita por lo visto….dándome cuenta de que somos todo.

No es que no me importen los hombres, es que creo que la mujer necesita especial atención y reconocimiento que ha sido negada durante siglos.

Solía pensar que no me llevaba bien con las niñas cuando era pequeña y con las mujeres una vez me convertí en lo que llamamos adulto. En mi entorno en general, elegía rodearme de hombres más que de mujeres, y precisamente era porque no aceptaba mi feminidad, y veía el género femenino como una amenaza y competencia constante con la que luchar en vez de aunar fuerzas.

¡No quería ser mujer! Pensaba que era una maldición.

¨Yo soy un tío sin Polla¨

Lo siento por la expresión. Esa es la Yo verdadera .

Recuerdo repetir esta expresión probando mi masculinidad para satisfacer la necesidad de sentirme como un ¨hombre¨.

¿Por qué una mujer necesitaría sentirse más viril?

Solía etiquetar al hombre con etiquetas como: seguridad, fuerza, protección, poder. En cambio, identificaba a la mujer con debilidad, cobardía, excesiva sensibilidad.

¡¡¡¡Qué equivocada!!!! Y qué feliz de haber abierto los ojos, el corazón, la mente. Y haber dejado que mis parámetros y percepciones cambien.

Creo que esta actitud comenzó principalmente debido a mis experiencias de la infancia. En casa no me sentía conectada con las acciones sumisas de mi madre. El hermoso sendero de perdón y de aceptación que cada uno de nosotros ha sufrido no ha sido fácil, sino más bien doloroso, y al final cada uno ha tenido que lidiar con su propio karma. Aunque la relación que tengo con mis padres hoy en día es bastante buena, no habría imaginado que esto fuera posible hace algunos años.

Para más inri, hace unos meses me quité el DIU y empecé a sangrar. Y me encantó. Suena ordinario, pero me ENCANTÓ. Después de cuatro años sin el periodo lo experimenté desde una perspectiva completamente diferente. También conocer al hombre que me animó en la decisión de sacarlo fue una experiencia hermosamente impactante.

Desde entonces empecé a abrazar todos estos cambios hormonales que se desencadenaron: hola chocolate, hola abrazos, hola mimos … consintiéndome totalmente. De ahí mi último tatuaje que representa el ciclo lunar, la energía yin y la mujer que soy.

Tener el período nuevamente tuvo un impacto en mi práctica de Ashtanga. Comencé a venerar mi ser y todas mis lunas. Sentir esta transformación interior cambió cómo comparto mi visión del Yoga. Ahora escucho más cuidadosamente a mi cuerpo y lo dejo que marque el ritmo elevando la energía yin y restaurándolo, si así lo necesita. Otras veces, mi mente no quiere la estructura y le permito que baile al ritmo que desee dando lugar a un estilo más libre, simplemente más Nita.

Lo más importante a mí parecer es cómo todos esos cambios me llevaron a dirigir más que nunca la mirada hacia adentro y encontrar mil regiones en mi ser todavía sin descubrir, a pesar del miedo viajar hacia ellas y convertirme en ¨experta¨ en cosmografía de MI ALMA. Un viaje durísimo que merece extremadamente la pena. Es totalmente curativo. Y que me llevará toda la vida, esa parte ya la he aceptado =)

En esta expedición hacia el interior me acerqué mucho más a mi familia, y particularmente permití a mi padre volver a mi vida. Sobre todo porque cuando sostienes una emoción negativa a la persona que más daña es a ti misma. Te envenena y te mata.

Yo escupí el veneno a tiempo antes de morir, y volví a VIVIR.

Doy gracias a mis padres por todas las enseñanzas, doy gracias a mi práctica por ser mi medicina diaria, doy gracias al universo por ayudarme a comprender y a perdonar. Doy gracias por estar viva y respirar.

En los talleres y retiros, que he impartido a lo largo de este año, hablaba mucho de la vulnerabilidad, tal vez era porque la que más necesitaba aceptarse era yo misma. Gracias a los que me seguís y acudís a mis clases por ser parte de mi camino.

Te invito a integrar toda tu feminidad sin arrebatar esos momentos que nos hacen Mujer.

Celebremos quiénes somos. Par apoyarnos, ayudarnos, y crecer juntas.

Alcemos nuestro ser para así alzar a todas las demás.

Qué maravilloso que pueda haber concluído el 2016 con tantos eventos positivos que se resuman en el hecho de acoger ser una MUJER.

OS AMO MUJERES

#Amayoga

X