Es mi primera semana de trabajo en Finlandia, en una empresa del sector tecnológico, con un buen ambiente de trabajo donde hay sonrisas y carcajadas, cierto es que los finlandeses trabajan a su ritmo. Pero aún así, es una EMPRESA, con lo cual su único objetivo como absolutamente TODAS las empresas del mundo es obtener el mayor beneficio posible con el menor de los costes; y por muy buen ambiente laboral, y  muchas sonrisas, se va a trabajar.

Parece que todos seamos felices dentro de esta nave, haciendo cada día lo mismo, algo llamado Rutina.

La rutina mata el amor, mata la ilusión, mata la espontaneidad, elimina prácticamente todo lo que no sea monotonía. Por ello hay que buscárselas para no perder lo que nos da la no rutina, esos pequeños detalles que hacen que cada día sea distinto, a veces para bien, y otras veces no tan bien.

Claro que si tienes un buen puesto, puedes aportar ideas, tienes algo de voz y voto, cada día aprendes algo nuevo y todas esas cosas que todos sabemos, pero aún así hay que dedicar 8 horas de tu día a algo que no es “tuyo”.

Cierto es también que te dan una compensación económica y con ello cierta independencia (eso ya depende del salario y de la flexibilidad, no obstante he de añadir que este país se caracteriza por su flexibilidad laboral).

No trabajamos lo necesario para mantenernos, trabajamos lo necesario para enriquecer a la empresa/estado para la cual trabajamos. Es decir, de las 8 horas de rutina, la mitad (o más) son frutos directos para la compañía que desde luego nosotros no nos llevamos.

Desde los albores de la humanidad el ser humano, y especialmente el hombre ha desempañado tareas para su propia manutención y la de su familia. Obviamente que el trabajar en algo no es nuevo, pero sí la forma en la que lo hacemos.

Hemos recorrido la historia evolucionando hacia distintas direcciones, algunas lineales y otras más bien grandes saltos, pero supuestamente siempre para mejor.

Para tí

Llegó un momento en el que el hombre dejó de trabajar para sí mismo, y empezó a trabajar para otros, para poder ganar un mayor beneficio, objetivamente innecesario. Construido en base al consumismo, característica fundamental para el funcionamiento del sistema capitalista.

Actualmente, el trabajo no se contabiliza ya en sí por la “medida del trabajo”, el esfuerzo y el trabajo ya no están tan vinculados como lo estuvieron en el pasado. No se equilibra el continuo desgaste de energía con la compensación que se obtiene.

Toda asociación que tenga que ver con el trabajo ofrece unas ventajas, como poder enriquecerse más, y unas desventajas, como aguantar ciertas posiciones perjudiciales para uno mismo. Es requisito imprescindible que alguien salga perdiendo para que alguien se enriquezca más, en este caso las empresa/estados.

Por tanto aportamos plusvalía a la empresa, el valor que el trabajo no pagado al empleado crea por encima del valor de su fuerza de trabajo y que se apropia gratuitamente el capitalista.

No se cuál es la mejor forma de vida, pero sé que está no es la que quiero.

Y desde luego voy a trabajar mucho más duro que para los demás en mí misma, en buscar alternativas, en no dejarme limitar por esta nave, ya que el universo es tan grande que seguro que hay más naves esperando a ser puestas en marcha.

Es posible mayor felicidad, por tanto ha de haber caminos para acceder a ella.

Y NO HAY MÁS CULPABLE DE SEGUIR CON ESTO QUE UNO MISMO

(Con cariño para Diego)

X